Gestión de la escucha periférica

Normalmente desde que me levanto hasta que me acuesto son muchos los bits de información que recibo, y tú también, millones de bits de todo cuanto acontece a nuestro alrededor. Date cuenta que no sólo recibes aquello que miras directamente con conciencia, o que lees, o que escuchas…no es solo eso, sino también todo lo que desde tu inconsciente, desde tu «estar en el mundo» percibes y tu cuerpo recoge aunque no seas consciente de ello.

¿Te suena aquello de la mirada periférica? La mayor parte de la información que recibimos nos llega, la escuchamos, la vemos y sentimos de forma periférica, es decir, de forma inconsciente, pero la información está ya que los acontecimientos se suceden y nosotros sin darnos cuenta lo vamos absorbiendo.

Todo cuanto acontece conlleva emoción

La cuestión es que si te sientes alguna vez con cansancio al finalizar el día y no sabes por qué, mira hacia atrás, observa todas las conversaciones en las que has estado, las que has presenciado, las que han ocurrido cerca de ti, observa en cuántos lugares has estado, cuántas personas veías y cuántas pasaban a tu alrededor sin ser consciente de ello, y además, date cuenta de cuánta carga emocional ha habido a lo largo de tu día, pues recuerda que todo de algún modo, nos hace sentir. Ya nos decía Donald Clifton que toda información recibida conlleva la emoción que nosotros le damos, depende de como nosotros pensamos la información recibida. Así pues, algo es seguro, durante todo el día también pasamos por estados emocionales distintos. Hasta para neutralizar las emociones, requiere de un trabajo mental .

Agotamiento físico debido al trabajo mental

Así pues, ¿aún te sorprende sentirte agotad@ cuando llega el final del día aún sin haber realizado un trabajo físico? Supongo que después de leer esto ya te habrás dado cuenta de que el milagro es «llegar al final del día».

Y ahora hagamos una reflexión: Si además de toda esta información que de manera inconsciente recibimos, no somos cuidadosos con la información consciente, imagínate la carga que nos podemos echar a la espalda si nuestras relaciones no son responsables y positivas. Es decir, es tu responsabilidad escoger la mayoría de relaciones positivas ya que la información te llegará de manera distinta si te llega por una persona que mira hacia los acontecimientos en positivo u otra que los mira en negativo, ¿te suena verdad? Seguro que en este momento te has acordado de alguien que normalmente ve la botella medio vacía y cuyas aportaciones, más que animarte te restan energía. Si es así, de tu mano está decidir al lado de quien quieres estar el mayor tiempo posible, y qué decisiones tomarás para conseguir que el enfoque de tu vida sea más el más sano y optimista posible.

Una cosa es cierta, los problemas se generan, es parte del ir y venir. En tu vida personal y en tu vida profesional, es decir, en el conjunto de tu vida el problema es parte de la misma, sólo que de ti depende como lo afrontas y cómo decides resolverlo. Y a ello te ayudará tu mente, es decir, la buena gestión de la misma, que te ayudará a tener una buena gestión emocional y por supuesto, las personas de las que te rodees y su forma de interpretar la vida, la directa y la periférica.

¿Qué decides?